Saludo imperial desde el bastidor El Théatre Romain, con sus 103 metros de diámetro, se contaba entre los más grandes del Imperio romano. En Orange se puede ver todavía hoy un bastidor, elemento desaparecido hace tiempo de la mayoría de teatros antiguos. Sólo faltan las placas de mármol que decoraban la pared orientada hacia los espectadores; pero aún se conserva una parte de la serie de tres niveles de columnatas construidas frente a la pared del bastidor. Lo que más llama la atención es la grandiosa estatua de mármol de Augusto (63 a. de C.-14 d. de C), durante cuyo gobierno se construyó el teatro. La figura, de tres metros y medio de alto, se halla en la puerta central del bastidor. También pueden verse, en la pared posterior, restos del toldo que se desplegaba sobre el escenario para protegerlo del sol y la lluvia. Al oeste del teatro aparecen otros restos romanos: las ruinas de un gran templo situado al final de un estadio de 400 metros de largo, hoy reconstruido en su totalidad. Frente al mismo, el museo municipal brinda toda la información, fundamentada en numerosos hallazgos, sobre la arquitectura y técnicas escenográficas del teatro romano.