El descubrimiento de Lascaux Unos 17.000 años después, concretamente el 12 de septiembre de 1940, unos niños localizaron una grieta que conducía a un lugar sagrado mientras buscaban un perro extraviado por el valle de La Vézère. La noticia del descubrimiento se propagó rápidamente por la pequeña ciudad de Montignac. De inmediato, los gendarmes hicieron acto de presencia y vigilaron la entrada hasta que llegó, desde París, el abate Henri Breuil, que ya había estudiado otros dibujos prehistóricos descubiertos cerca de Les Eyzies-de-Tayac, unos kilómetros río abajo.