Bosques con animales grandes poco comunes El parque de Manas se extiende al margen de la civilización, en el borde de la falda oriental del Himalaya. El río Manas y su sistema ramificado de afluentes, cuyos canales naturales varían constantemente el curso de los ríos, transportan una enorme cantidad de barro y piedras en dirección a este territorio salvaje protegido, parcialmente arenoso y situado a menor altura. La zona oriental presenta un panorama de mesetas aluviales herbáceas; en cambio, en el norte se puede observar un bosque de secano, cuyos árboles tienen hojas durante pocos meses al año. Sin embargo, relativamente cerca crecen áreas boscosas casi siempre verdes (incluso en la época de sequía presentan hojas en sus capas superiores de follaje) y bosques tropicales en la zona monzónica bengalí. En comparación con el más conocido parque nacional de Kaziranga, las posibilidades de poder observar animales salvajes en el territorio de Manas son más bien reducidas. Es difícil llegar a contemplar detenidamente al gaur (Bos gaurus), un raro y huidizo bóvido salvaje. Tampoco la reducidísima población de los rinocerontes (Rhinoceros unicornis), de unos 80 ejemplares, está acostumbrada a la presencia de turistas a lomos de elefantes amaestrados. En manadas de entre cinco y veinte miembros, el perro rojo (Cuon alpinus sp.) caza pequeños mamíferos, ciervos y rinocerontes salvajes; en el río se pueden ver los delfines del Ganges (Platanista gangetica), que capturan con sus estrechos hocicos y afilados dientes peces y cangrejos. Al igual que el oso belfudo (Melursus ursinus), el leopardo (Panthera pardus) y la pantera nebulosa (Neofeli nebulosa) encuentran en este heterogéneo paisaje su hábitat ideal.