Un lugar desconocido Su suposición era correcta: se trataba de Petra, la legendaria capital de los nabateos. El último visitante procedente de Occidente antes que el suizo fue un peregrino llamado Thetmar, en el año 1217. El descubrimiento de Buckhardt se extendió rápidamente en círculos de especialistas y ya en 1818 partió la primera expedición rumbo a Petra, a la que seguirían otras muchas. Sin embargo, tras casi dos siglos de investigaciones, la ciudad sigue siendo en la actualidad todo un misterio: cuanto más se encuentra y se explora en Petra tantas más teorías surgen. Una de ellas es que Petra era en realidad una necrópolis. Esta teoría se basa en el hecho de que los más de 700 monumentos registrados hasta la fecha son en su mayoría templos y casas mortuorias. Lo cierto es que los mismos estudiosos de la Antigüedad son en parte culpables de las especulaciones sobre cómo y dónde vivían exactamente los habitantes de Petra, ya que su atención se ha concentrado en los aspectos más superficiales, es decir, las sepulturas, las fachadas y los grandes edificios. Hasta el momento se ha excavado menos de un uno por ciento de la ciudad y bajo las montañas de escombros y de tierra aún queda mucho por descubrir.