Un espectáculo impresionante En los años treinta, el territorio que comprende los últimos kilómetros del río Iguazú –cuyo recorrido marca la frontera entre Argentina y Brasil– antes de desembocar en el Paraná fue considerado un área idónea para convertirse en parque nacional. Actualmente, y tras varias ampliaciones, ambos parques abarcan una superficie de unos 2.250 kilómetros cuadrados, tres cuartas partes de los cuales pertenecen a Brasil y el resto a Argentina.