Una red fluvial caótica Sundarbans, convertido a mediados de los años ochenta en parque natural, constituye solamente una pequeña parte del mayor delta del planeta, el formado por los ríos Ganges, Brahmaputra y Meghna, que atraviesa una superficie de 80.000 kilómetros cuadrados. Antes de adentrarse en el mar, las corrientes y los canales naturales se ramifican en una caótica red de cursos de agua interconectados, que en algunas zonas superan el kilómetro de anchura y que en ocasiones presentan buenas condiciones para ser navegables. Los materiales que estas corrientes arrastran desde el Himalaya forman bancos de lodo e islotes de terreno de aluvión, cuya forma es modificada constantemente por las mareas. El lodo se va acumulando entre las fuertes raíces de los bosques de mangles de Sundarbans, cuyo nombre proviene seguramente del bengalí y hace referencia al común «árbol Sundari» (Heritiera fornes) con el sentido de «bosque hermoso»; con ello, la apariencia del delta varía de manera permanente y su extensión aumenta considerablemente. Aunque se ha incrementado la tala en estos impenetrables bosques, sobre todo en el área hindú, en contrapartida se plantaron mangles en algunas zonas, lo que ha permitido aumentar las superficies forestales. Desde el punto de vista ecológico, estos pantanos de mangles poco profundos tienen gran importancia: albergan más de 300 especies de plantas y, gracias a su riqueza en sustancias nutritivas, alimentan a numerosas especies marinas que encuentran en el lugar una formidable zona de incubación y biótopo para regresar posteriormente a aguas marinas. Se pueden observar, entre otros, el delfín del Ganges (Platanista gangetica) y el del Ira-wadi (Ocaella brevisrostris) y el delfín jorobado indopacífico (Sousa chinenesis). Junto a diversas especies de cigüeñas como la cigüeña pintada (Anastomus oscitans), la cigüeña de cuello negro (Xenorhynchus asiaticus) y el marabú mayor (Leptoptilus dubius), inverna en este territorio la poco conocida agujeta asiática (Limnodromus semipalmatus). También se pueden encontrar muchas especies del hermoso y veloz martín pescador, como el de collar blanco (Haliyon chloris), el pileado (Haliyon pileata) y el de alas pardas [Pe-largopsis amauroptera), o diferentes tipos de quelonios como la tortuga batagur (Batagur baska), la bastarda (Lepidochelys olivacea) y la carey (Eretmochelys imbricata), además del cocodrilo palustre (Crocodrylus palustris), en peligro de extinción. Con marea baja, las orillas se llenan de cangrejos violinistas (Uca sp.) y de cangrejos ermitaños, que se vuelven a retirar al subir el nivel. Habita allí también, el saltarín fango (Boleopthalmus sp.), especie piscícola caracterizada por poseer unos ojos saltones sobre su cabeza.