Una compleja red de acceso El camino que conduce al conjunto monumental se encuentra jalonado, en primer lugar, por una de las muestras más atractivas de la arquitectura tradicional etíope, los tuculs, las típicas viviendas de planta circular construidas con la piedra rojiza de la montaña y techumbre de paja. Más adelante, los olivares dejan paso a un barranco en cuyo borde, cuidadosamente ocultos, se descubren los templos. Su carácter de centros de peregrinación obligó a planificar una compleja red de acceso compuesta de fosos, veredas y pasadizos excavados en la piedra que, a su significado simbólico y sus valores estéticos, sumara la funcionalidad de defensa, drenaje y celebración de ritos procesionales.