Estrasburgo – Gran Isla

18/10/2016 4.324 Palabras

Una ciudad peatonal Cathérine Trautmann logró hacer realidad un viejo sueño, compartido por muchos ciudadanos y visitantes: convertir Estrasburgo en una ciudad peatonal para que el tráfico dejara de contaminar la ciudad medieval. Tras su toma de posesión en 1989, esta joven alcaldesa fue prohibiendo de forma progresiva el tráfico rodado en toda la Grande Île. Actualmente, la zona vetada se extiende desde el barrio de La Petite France hasta la plaza Kléber, en otro tiempo auténtico carrusel de automóviles. Hizo construir un aparcamiento subterráneo en la plaza y, en 1994, recuperó el antiguo tranvía. Se trata de un vehículo acristalado de tecnología avanzada que puede ser utilizado por minusválidos y descongestiona enormemente el tráfico urbano. Gracias a todas estas medidas, la calidad del aire ha mejorado y, en consecuencia, los notables edificios históricos han dejado de deteriorarse; sobre todo la catedral de Nôtre-Dame.

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